"La luna no está" Nathan Filher

“Tengo que decir que no soy buena gente. A veces lo intento, pero en general no lo soy. Por eso, cuando me tocó taparme los ojos y contar hasta cien, hice trampa”.

Desde el momento que vi el libro en la estantería, hubo algo que me llamó la atención. No sé si será su portada o el título del libro, pero sé que tenía que llevármelo a casa.

Mientras acababa el libro que tenía entre manos, este me seguía llamando desde mi mesita de noche, allá donde guardo todos los próximos libros que tengo pendientes leer. Y nada más acabar con el libro, empecé a leerme este, y he de decir que fue en tan sólo una tarde.

La historia de Matthew atrapa desde el minuto uno, y más sabiendo que gira entorno a la muerte de su hermano mayor, Simon. Está narrada en primera persona, hacia el lector, y cuenta los momentos clave en la vida de Matt, momentos antes del fallecimiento de su hermano hasta el día que decide escribir cartas contando la historia. Lo hace como un diario, una manera de no culpabilizarse por lo ocurrido y de expresarse abiertamente con el mundo.

Conforme vas avanzando en el libro, te das cuenta que Matt sufre algún tipo de enfermedad mental. Los acontecimientos que ocurren progresivamente tras la tragedia hasta que su familia se da cuenta, son, ante todo, sobrecogedores.

Sin lugar a dudas, ha sido todo un descubrimiento literario, una nueva forma de acercarme hacia el comportamiento ante enfermedades mentales. Aunque hay partes de la historia que son extremadamente tristes y otros que te hace sacar una sonrisa. Al final, en el momento más entrañable del libro, me hizo sacar una lagrimilla, que sin duda fue la mayor satisfacción al saber que, tanto el protagonista como yo, nos librábamos del peso de Simon, que se te adentra bastante en la historia.

No creo que esta historia esté recomendada para todo tipo de lector, pero si te gustan las historias que te cambian, que te hacen pensar, que te dejan un buen sabor de boca, sin duda alguna recomendaría esta. E incluso para la iniciación a la lectura, ya que es ligera y aunque tenga poco más de 300 páginas, no son nada pesadas.

Me quedo con Matt y Simon, pero también con Nathan, que ha sabido atraer al lector con esta novela desde el momento que comienza la historia.

Pero no todo es bueno de la novela, hay partes que son confusas, muchos saltos en el tiempo que hacen replantearse al lector en qué tiempo o momento de la vida de Matt se encuentra y qué acontecimientos está narrando.

Volveré a leerme ésta novela dentro de un tiempo, sólo para recordarme y reflexionar de la importancia del tratamiento de ciertos temas.

Calificación: 8 de 10